jueves, 20 de agosto de 2009

The minister of Justice

Ya han pasado tres años desde que el PP presentó el recurso de inconstitucionalidad del Estatut de Catalunya. Tres añitos en los que los magistrados políticos del Tribunal Constitucional (TC) llevan deliberando sin sacar conclusiones claras. Calculo que esto en otoño habrá acabado por el bien del Estado, de la Justicia, y de los estudiantes de Derecho en concreto.

El Ministro de Justicia, el Sr. Caamaño, ferviente hooligan del Estatut porque él y los nacionalistas lo montaron a sus anchas, el 16 de Agosto, dijo que “la sentencia del Estatut marcará el futuro del Estado de las Autonomías”. Y tanto que lo va marcar. Pero no para el bien de España me parece a mí, sino por el bien de los nacionalistas catalanes, (no confundir con catalanes a secas), que verán que ahora se podrán apoyar legalmente a nombrar a Cataluña como nación o referirse a ella como país. No me sirve que el preàmbul “carezca de validez jurídica” porque aún así les hemos, bueno “han”, reconocido el carácter de nació o de país. Es como si ahora Extremadura en su preámbulo se declara República Socialista: aunque no tenga validez jurídica afecta al Estado, en su sentido más amplio.

Lo que me hace más gracia de todo esto que el Sr Caamaño tenga las narices de decir “Soy consciente de la dificultad y de la complejidad de la sentencia” y también a la hora de expresar su confianza en que el TC haga una “buena interpretación de la Constitución”.

Mire Sr. Caamaño, no intente timar a nadie. La Constitución es la que es y punto. Los magistrados del TC ya saben interpretar la Constitución. No creo que la sentencia tenga demasiadas complicaciones jurídicas, sino que estas surgen cuando se trata de debatir una interpretación del Estatuto Catalán que sea conciliable con la Constitución. Es ahí donde aparecen los problemas porque la Constitución no diseñó una estructura federal del Estado, ni una confederación de estados, ni una España plurinacional, por lo que el Estatuto Catalán es difícilmente interpretable dentro de los límites de la Constitución.

Si lo que el Gobierno desea es que España se constituya como estado federal, o incluso confederal, lo honrado es someterlo a la soberanía popular para modificar el Título VIII de la Constitución y algún artículo del Título Preliminar, en cuyo caso el Estatuto Catalán sería perfectamente constitucional.

Justifica las tensiones acerca de esta cuestión las propias de “cualquier estado federal”. "...Como en cualquier estado de tipo federal..." ¿En qué artículo de la Constitución se dice que éste sea un estado Federal? No cabe duda, Caamaño mismo lo dice, sin saberlo hemos llegado a ser un estado federal en vez de un estado de autonomías, Zapatero parece haber abierto con éxito la puerta de atrás y los demás sin enterarnos o querernos enterar.

España no es un estado federal. El PSOE pretende colar una reforma constitucional por la puerta de atrás disfrazada de reforma estatutaria en lugar de preguntar en un referéndum a todos los españoles qué modelo de Estado desean. Muchos estamos hartos de este bodrio de las autonomías, un sistema caro, ineficaz, despilfarrador, paleto, insolidario y sólo apto para políticos vividores. Que un TC (absolutamente desprestigiado) tarde ¡¡3 años!! en dictar una sentencia sobre el engendro estatutario catalán mientras éste se va desarrollando por la vía de los hechos consumados es escandaloso. Los políticos se creen que los ciudadanos somos tontos y que tragamos con todo. Vamos camino de la desmembración y la quiebra del estado por culpa de una casta política parasitaria y sin sentido nacional.

Esto del Estado Federal es algo siempre propuesto por los socialistas que como toda España ya conoce son los que “saben lo que es mejor para todos” y lo imponen a su manera "democrática".

Tampoco tiene desperdicio las palabras del presidente de la Audiencia Nacional (AN) que me deja estupefacto con su mensaje, en el dice que la Sentencia del Estatut conllevará “una nueva interpretación de la Constitución”. Y yo que creía que la reforma de la Constitución era más complicado... Y ahora resulta que un grupito puesto por los partidos puede cambiarla “vía interpretación” cuando se le antoje. Y a esto lo llaman "democracia".

Claro que sí, mientras los países no pierden el tiempo en decidir que son y que dejan de ser, nosotros, después de 30 años aún estamos en ello y todo lo por la inoperancia de los partidos políticos estatales que solo saben ceder ante la mentira y chantaje ¡Aprendan de Alemania! Nosotros ya hemos cedido suficiente; ellos aún no. Y así en la vida, no avanzaremos.

2 comentarios:

  1. Javier,
    Me parece que formulas unas opiniones un tanto superficiales. Permíteme reflexionar un tanto desordenadamente sobre las mismas. Hablas de un TC desprestigiado: permíteme que te recuerde que son los partidos quienes lo han desprestigiado (tú mismo hablas de los magistrados "políticos" del TC). Permíteme recordarte algunos detalles jurídicos. En primer lugar, la Constitución es un texto enormemente abierto, de su lectura gramitical puede surgir cualquier modelo (esa idea de apertura del texto era la que presidió los debates de la Constituyente, la que permitió la adhesión de todos y la que hizo de la Transición un modelo "ejemplar"), y por el TC tiene la misión de interpretar la propia CE (ella misma lo dice en su articulado). Punto segundo, hablas del federalismo. Bien, los autores de la Ponencia del texto en 1978 no tenían la más remota idea del tipo de España (a nivel de configuración territorial) que se quería lograr, por ello nació lo que "ex post" se bautizó como estado autonómico, tan particular y genuino, hecho "ad hoc" para la laguna del caso español que es único a nivel de derecho comparado. El estado autonómico bien es en buena parte hijo del miedo a afrontar la cuestión federal. Te recomiendo que leas a López Burniol de tanto en cuanto, tiene algunas ideas interesantes al respecto. Criticas al TC por su tardanza: ¡ es el PP y el Defensor del Pueblo quienes han interpuesto un recurso ambsolutamente ingente, metajurídico y ridículo en muchos de sus puntos1, ¡es el PP quien recusó - luego también el PSOE - en primer lugar a un magistrado porque desde Génova se convino que era un estorbo: pues resulta que Tremps es experto en estado autonómico y es el que el PP echa fuera. En lo sustancial no es un problema del TC, no nos engañemos.
    Dices que aprendamos de Alemania (supongo que no hemos de aprender del federalismo alemán: de eso seguro que no, ¿no es cierto?). Yo creo que con esa apelación te puede salir el tiro por la culata. Lo que de Alemania hay que aprender es la decencia institucional que aquí falta. Por otro lado si llevamos más de treinta años en "claroscuro" sobre quiénes somos es porque nunca nadie, desde España, ha afrontado con valentía, honradez y solvencia jurídico-política el asunto de los nacionalismos; se ha intentado sojuzgar el problema imponiendo el centralismo. Quizás ha llegado el momento de permitir que algunos decidan. Ah, y el Estatuto también representa la soberanía nacional en su refrendarse.
    Un saludo.

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  2. Sabes que se conseguirá?, que este estatut ya no satisfaga a nadie y:
    1.- se intente recuperar el estatut del 30 de setembre aprovado por el Parlament, o
    2.- Pasar de l'estatut i reclamar la independencia de Catalunya, tiempo al tiempo

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